El Falso Mundo

La chispa de la Revolución de la Dignidad se encendió en Tunez y como un reguero de pólvora se ha extendido ya, con contundencia, por casi todo el mundo árabe, y sigue extendiéndose hacia muchos otros países del mundo, incluída China, y especialmente en aquellos países en donde brillan por su ausencia las garantías de los derechos y las libertades de las personas.

La Ola de libertad ha producido un efecto de simpatía en todo el mundo, y nos ha recordado lo atrasadas que son todavía las estructuras sociales y políticas en nuestro mundo del año 2011.

En realidad esta explosión social viene provocada por la Gran Crisis artificial Illuminati que la Elite del mundo hizo estallar hacia el año 2008. A base de asfixiar la vida económica, la desesperación de las masas se ha agudizado al extremo de quebrar la sociedad. La Gran Crisis programada la han sufrido mucho más los países más pobres, y aquí tenemos la reacción lógica y calculada. Y esto es el principio, pues la cadena empieza siempre a romperse por el eslabón más débil, pero después puede seguir rompiéndose.

Los sistemas sociales y políticos de los países de repente han quebrado, se han quedado obsoletos y se han roto, en buena parte como consecuencia de una asfixia económica teledirigida por las sociedades secretas que dirigen el planeta.

Las nuevas tecnologías de comunicación social han jugado un papel fundamental, pues han roto el aislamiento y la ignorancia que dominaban las sociedades más atrasadas. Las redes sociales, como Facebook y otras, y la conexión a Internet en general han conducido a una evolución cultural y social de los individuos, que antes vivían aislados y en ignorancia.

La evolución y el desarrollo de los seres humanos es incompatible con las estructuras arcaicas y de sometimiento del mundo musulmán. Uno de los dos modelos sociales, o el desarrollo o el atraso, se impodrá al otro. De ahí que esta Revolución ha sido un Movimiento del Despertar en todo el mundo árabe y un aldabonazo en la conciencia del mundo.

Esta vez los ciudadanos árabes nos han dado una lección y un ejemplo a todos los ciudadanos del mundo, por su comportamiento legítimo de reclamar justicia social, libertad y dignidad.

Es verdad que el mundo está cambiando a medida que nos vamos acercando al año 2012, pues las viejas estructuras obsoletas tienen que ir desapareciendo para ir dando lugar a un mundo nuevo, tal como vaticinaban las profecías antiguas.

Lo que ocurre en un país ya repercute en todos los demás, y España es otro país más. Es cierto que aquí no hemos padecido los rigores fanáticos de los regímenes musulmanes, pero también es cierto que la situación general de España se ha venido deteriorando exponencialmente en la última década, hasta alcanzar una situación económica de ruina y un estado declarado de pobreza.

Con el cambio de moneda, de la peseta al euro, en 2002, y aunque estábamos en una buena época económica, arrancó el declive, que ahora en la etapa de Zapatero ha desembocado en debacle.

El descontento, el desánimo y la desazón general de los españoles son patentes y manifiestos. Los que manejan la información real en las altas instancias saben que, quitando los maquillajes de los datos y estadísticas, en realidad hay más de 6 millones de parados, o personas que se encuentran en estado de inactividad laboral.

Y mientras suben los años de trabajos y bajan los sueldos para la clase trabajadora, asistimos al escándalo de las jubilaciones de oro fraudulentas para los sujetos que ocupan los cargos de poder en el partido que gobierna Andalucía. Y esto es solamente un caso que se ha llegado a descubrir, que es solo la punta del iceberg. ¿Qué será lo que no se sepa?...

Nunca se sabe cuándo el hartazgo de la gente puede llegar al límite, pero la reacción social puede estar más cerca de lo que pensamos...